El Busby jugador, curiosamente, defendió los colores de los dos principales rivales del Manchester United, el Manchester City y el Liverpool. Pero a partir del gol de Gerrard en la primera mitad, el Liverpool pudo tomar un mayor control del encuentro. El secretario de la Football League no accedió a la solicitud del mánager del United, en una penosa venganza por lo sucedido la temporada precedente cuando Busby hizo caso omiso a Hardaker y el Manchester United compitió en la Copa de Europa.