Fue relevado por Ian Branfoot, que hasta el final de la temporada 1990-91 había sido asistente de Steve Coppell en el Crystal Palace. Guillamón, que se llevó una amarilla por una patada a Cristiano, se quedó en el descanso en la ducha después de una primera parte correcta. Pero su puesto no fue para el central que había en la lista, Diego Llorente, y sí para retrasar a Rodri al lado de Pau.